domingo, 2 de noviembre de 2014

Cuando el oboe se queda solo: los solos de orquesta.

Muy queridos oboístos y oboístas:

Vamos a aprender hoy varias cosas importantes para enriquecer vuestros conocimientos oboísticos y musicales. Una de ellas es la diferencia entre un solista-solista y un solista que lo es a ratos. Eso sí, dejando claro por una parte que los dos son solistas y, puesto que lo son, tocan de maravilla y, por otra, que muchísimas veces el mismo músico puede ser en ocasiones un tipo de solista y en otras ocasiones otro tipo de solista. Lo entenderéis enseguida.

Empezaremos por el primer tipo de solista. Se trata de alguien que suele tocar bastante bien su instrumento y que se coloca de pie o sentado -según el instrumento de que se trate- junto al director, delante de la orquesta. Bueno...junto al director, si hay director. En el ejemplo que os invito a disfrutar a continuación, tratándose de una pequeña orquesta, las solistas -violín y oboe- dirigen mientras tocan.



Por si no queda claro, veamos y escuchemos otro ejemplo, esta vez también con director. Hay un detalle que también establece una diferencia entre este y el otro tipo de solista. Veréis que, cuando Cristina Gómez Godoy sale a escena, todos los músicos de la orquesta están ya sentados, y el público la recibe con un aplauso. Cristina es uno de los casos de que os hablaba al principio: además de hacer giras tocando conciertos como el que veréis a continuación, es oboe solista de la orquesta Stattskapelle de Berlín, lo que significa que trabaja también en una orquesta.



Conozcamos ahora a esa otra categoría de solista, la del que trabaja en la orquesta.
Se trata de alguien que está discretamente sentado entre los músicos de la orquesta, con un sencillo atril en el que atesora algún que otro artilugio imprescindible para desempeñar su trabajo sin riesgos: una docena de cañas fantásticas, la navaja y el resto del cacharrerío ferreteril necesario por si de pronto todas fueran imposibles de tocar, el trapillo y el papel de fumar para absorber cualquier condensación indeseable que pudiera distorsionar el límpido sonido de cualquier nota, el afinador para que ayude al solista a emitir el perfecto y diáfano la que será la referencia de afinación para toda la orquesta, el lápiz (de eso, al menos en los ensayos, tienen todos), el rollito de celofán o teflón o baudruche para evitar pequeños escapes de aire a la caña, el pequeño soporte para dejar el oboe durante los compases de silencio y/o mientras se hacen raspados de emergencia a las cañas. Seguramente a algún oboísta esta lista le parecerá escasa...

Este oboísta es fácilmente localizable entre los músicos porque suele estar más rojico que quienes le rodean, y también porque, muy a menudo, durante la interpretación de la partitura orquestal, surgirá de su instrumento una melodía que destacará sobre todo lo que pueda estar sonando en ese momento y que nos hará buscarle con la mirada. Se trata de un solo de orquesta. Esta es otra de las cosas que hoy vamos a aprender.
¿Qué es un solo de orquesta? Se trata de un momento en que, desde el entramado sonoro de la partitura, un instrumento destaca sobre todos los demás. Muy a menudo, en la particella del oboísta, el editor habrá escrito la palabra "solo" al principio de ese pasaje.

A continuación os enlazo un vídeo en el que un joven oboísta interpreta el solo de la obra de Ravel "Le Tombeau de Couperin". Se trata de un solo de los difíciles, de esos que muchas veces tienen que tocar quienes opositan para una plaza de primer oboe en una orquesta.

Otro ejemplo de solo para oboe bellísimo es el que encontramos en el segundo movimiento del concierto para violín de Johannes Brahms, en este caso interpretado por el oboe solista de la Orquesta de Radio Televisión Española, Francisco Javier Sancho, a quien muchos conocemos y de quienes algunos habéis tenido la suerte de recibir clase.


Otro regalico, también con Fran Sancho al oboe. Este solo se oye en el concierto para violín de Samuel Barber. ¡Qué delicia!


A continuación, un caso curioso. Algunos solos son tan largos y memorables que son interpretados por ambos tipos de solista. Se trata en este caso del hiperconocidísimo solo de oboe que se encuentra en la banda sonora de la película "La Misión". La banda sonora es obra del compositor Ennio Morricone y a los oboístas nos viene muy bien para salir airosos de la típica situación en que uno se encuentra cuando dice que toca este instrumento: poca gente suele saber qué es un oboe. Entonces uno canturrea eso de La Misión y, al menos, hay quien sabía cómo suena un oboe (celestial, claro).
Ahí va la primera versión, en plan solista de pie junto al director.

Ahora la segunda versión, con el oboísta sentado en su silla entre los músicos de la orquesta.






Con estos dos últimos vídeos todavía podéis aprender algo más. Se trata de saber qué a los músicos se les llama intérpretes. Cuando anuncian que se va a oír una sinfonía, concierto, sonata...siempre se dice: "Concierto de fulanito para tal instrumento y orquesta INTERPRETADO por la orquesta tal y cual, con menganito al instrumento solista y zutanito en la dirección". ¿Por qué tanta presentación? ¿No basta con decir que es la sinfonía número ene de equis director? La respuesta es no. A pesar de la precisión que pueda tener la partitura con sus indicaciones de tempo, sus alturas y medidas, pianos, fortes y fortissimos...cada intérprete toca su versión de la partitura. Por eso las dos versiones del "Gabriel's oboe" de La Misión son tan parecidas y tan distintas al mismo tiempo. ¿A que es maravilloso saber que aunque oigamos mil veces la misma partitura será tantas otras veces diferente?

Todavía se me ocurre algo más que podríais aprender, pero para esto voy a pedir ayuda por si algún sabio me leyera. Se trata de la diferencia entre "solo" y "soli". Cuando en la particella vemos escrita la palabra "solo" es un solo instrumento el que destaca. Sin embargo, si tuviéramos la palabra "soli", estaremos ante varios instrumentos solistas que tocan al mismo tiempo. ¿Alguien podría darme un ejemplo?

¡Gracias por adelantado!