Hay quienes dicen que el profesor, el agricultor, el literato, el oboísta, el albañil...no nace, se hace.
A mí me sucede que para algunas cosas al parecer no he nacido y que, por mucho que trabaje, acabo diciéndome: "Esto no es lo mío". Hay otras que me cuestan menos y en estos casos me atrevo a decirme: "Igual he nacido para esto".
Quiero decir que la experiencia propia y la mera observación de quienes nos rodean, a pesar de muchas antropologías optimistas, suelen enseñarnos que todo el mundo no tiene las mismas habilidades, al menos no en el mismo grado, y la causa no parece ser sólo que no se ha trabajado esta o aquella habilidad: es que todos no valemos para todo. Y no pasa nada, sólo hay que encontrar esa actividad o profesión que nos hace exclamar, llenos de gozo: "¡Yo he nacido para esto!", y ponernos a trabajar y a disfrutar como locos.
El profesor en parte nace, y en una buena parte se hace. El docente no deja nunca de experimentar, de formarse, de buscar nuevos caminos, lenguajes, actividades...que le ayuden a conseguir el objetivo: que los alumnos aprendan, y disfruten aprendiendo.
En el campo de la experimentación los conejillos de indias suelen ser los propios alumnos.
Conejo de indias preparado para pasarlo bomba en vacaciones |
Os cuento una anécdota:
Cuando empecé a trabajar como profesora de oboe, y llegaron las semanas previas a la navidad, pensé lo siguiente: "Si cada semana les mando "x" tarea, para las vacaciones -que duran dos o tres semanas-, tendré que mandarles "x" por 2 ó 3...es lógico, ¿no?"
A la vuelta de las vacaciones descubrí que, en realidad, en estos períodos los alumnos suelen tocar la mitad o la tercera parte de lo que habitualmente practican, y de este modo aprendí que tenía que plantearme la tarea de vacaciones de otra manera.
El profesor también se hace con la formación: las lecturas, los cursillos, etc. Si la práctica de las clases es a veces la experimentación con los alumnos, la formación del profesor suele derivar en experimentación con uno mismo, en cuestionar los propios modos de enseñar.
Si sumamos, por un lado, experiencias como la que os contaba (la fallida tarea navideña), y cursos y lecturas por otro, el resultado suele ser alguna novedad en nuestra rutina pedagógica.
Una novedad en mi trabajo este curso ha sido la tarea de verano. Ya os contaré más despacio de qué cursillos y lecturas vienen algunas de estas ideas.
El reto habitual que se plantea el profesor en la última clase del curso, cuando se terminan de preparar las cañas del verano y se habla del trabajo durante este larguísimo periodo es cómo conseguir que los alumnos no dejen de tocar.
En mi caso no busco que los alumnos monten piezas nuevas durante el verano. Pretendo proponer actividades que resulten motivantes, para que el oboe forme parte del descanso y la diversión estival y apetezca tocar a pesar del calor...
El verano pasado escribí una entrada en el blog exponiendo las nefastas consecuencias de un parón oboístico veraniego, para animar a los alumnos a no dejar de tocar.
Ahora comparto con vosotros la tarea que he mandado a mis alumnos, para animarles a tocar...sin aburrirse (comparto el documento "tarea de verano" en la pestaña de material para profesores, por si alguien lo quiere descargar):
Si sumamos, por un lado, experiencias como la que os contaba (la fallida tarea navideña), y cursos y lecturas por otro, el resultado suele ser alguna novedad en nuestra rutina pedagógica.
Una novedad en mi trabajo este curso ha sido la tarea de verano. Ya os contaré más despacio de qué cursillos y lecturas vienen algunas de estas ideas.
El reto habitual que se plantea el profesor en la última clase del curso, cuando se terminan de preparar las cañas del verano y se habla del trabajo durante este larguísimo periodo es cómo conseguir que los alumnos no dejen de tocar.
En mi caso no busco que los alumnos monten piezas nuevas durante el verano. Pretendo proponer actividades que resulten motivantes, para que el oboe forme parte del descanso y la diversión estival y apetezca tocar a pesar del calor...
El verano pasado escribí una entrada en el blog exponiendo las nefastas consecuencias de un parón oboístico veraniego, para animar a los alumnos a no dejar de tocar.
Ahora comparto con vosotros la tarea que he mandado a mis alumnos, para animarles a tocar...sin aburrirse (comparto el documento "tarea de verano" en la pestaña de material para profesores, por si alguien lo quiere descargar):
VERANO 2015
- ¡¡¡NO DEJES DE TOCAR!!! Te doy con esta hoja de
tarea un modelo de horario para que fijes días y horas concretos para
tocar.
- No toques de cualquier manera. Es MUY importante que recuerdes todo lo que hemos
aprendido sobre posición corporal, respiración, relajación, emisión del aire…
- En tu caso, ,tienes que vigilar
especialmente:
RUTINA DE ESTUDIO
- (Montar el oboe y poner la caña a remojo)
- Calentamiento:
- Estirar todo el cuerpo, como los gatos.
- Girar brazos, muñecas, cabeza.
- Encoger y relajar: hombros, dedos
- Sacudir todo el cuerpo
- Despertar la caña:
- Inventar motivos con (por ejemplo):
i. Diferentes velocidades: semicorcheas, corcheas,
tresillos
ii. Diferentes alturas: e i e a e…
iii. Diferentes matices: f, mf, mp, p
- Sonido con caña:
- Elige uno cualquiera de los que tienes apuntados en el cuaderno, o haz tú, de memoria, alguno que recuerdes. También puedes inventar uno parecido a los que hemos hecho.
- Sonido con el oboe:
- Elige uno de los que tienes en el cuaderno o inventa tú uno: octavas, notas largas en f y p, staccato cada vez más rápido, escalas muy fuerte y después pp….
- TAREAS QUE NO PARECEN TAREAS
- Sacar canciones a oído: cumpleaños feliz, lo último de tu cantante favorito, canciones del cole…
- Utiliza el acompañamiento de las canciones que has tocado este curso e inventa tu propia canción. Fíjate antes en la armadura (sostenidos, bemoles) para tener pistas sobre qué sonara mejor.
- Busca entre los temas que has tocado este año el que más te gustó, repásalo un poco y después haz tu propia versión: más rápido o más lento, más staccato o más legato, con otras ligaduras o todo picado, con otros matices…
- Practica la primera vista: pon en el atril cualquier partitura que no hayas tocado nunca, mírala concentrándote un poco (recuerda: S-T-O-P) y…¡a tocar!
- Inventa tus propias canciones. Si te han gustado mucho, las puedes ir copiando en un cuaderno de papel pautado para hacer tu propio libro de composiciones.
- OTRAS ACTIVIDADES
- Repasar las piezas que has tocado este curso.
- Tocar piezas nuevas.
- Improvisar un rato con la escala y acompañamientos que os propongo en esta dirección:
- Oír música oboística. En la pestaña “vídeos oboísticos” de mi blog hay enlaces para ver y oír montones de música para oboe.
OBOE: HORARIO DE ESTUDIO
- Fija unos días.
- Colorea la casilla que corresponda al día y hora
que vas a dedicar a tocar (mejor por la mañana)
- Pega este horario en un lugar visible de la casa.
- Este horario te servirá para los días “normales”
del verano. ¡No hace falta llevarse el oboe a la piscina, a la playa o a la
tienda de campaña!
hora
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Lunes
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Martes
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Miércoles
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Jueves
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Viernes
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Sábado
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Domingo
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9
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