¡¡Noooo, ya está María con eso de la lectura, el metrónomo!!
Pues sí, queridos amigos. Repetiré una vez más lo que tantas veces me oís decir en clase: "si no sabemos qué pone, nunca podremos tocarlo" y "si no nos sale despacio, jamás nos saldrá rápido". También aquello de que a veces creemos que una pieza es difícil para nuestros dedos y, en realidad, sucede que nuestros dedos no saben a dónde ir porque nuestro cerebro no les ha dicho qué notas están escritas en la partitura.
A este respecto y para que veáis que esto no es una manía de vuestra profesora, os recomiendo la lectura de un interesante artículo que publicó el tubista David López en su blog:
http://www.davidlopeztuba.com/1/post/2013/12/practicar-lentamente-es-realmente-necesario.html
Y ahora os recuerdo lo que siempre os digo:
1º Leed la partitura. Con metrónomo. Marcando el compás con el brazo. Despacio. "¿A cuánto?" me preguntará alguno de vosotros. Yo, como siempre, responderé: "A una velocidad que te parezca MUY fácil".
2º Tocad la pieza MUY despacio. Despacio. "¿A cuánto?" me preguntará alguno de vosotros. Yo responderé lo mismo que a la pregunta anterior.
Añadiré algo más: que esa velocidad te permita tocar TOTALMENTE RELAJADO. Sin tensión en los dedos, brazos, cuello. Sin nervios. Con la sensación de tenerlo todo bajo control y de estar tocando a gusto.
3º Aumentad la velocidad POCO A POCO. No suele funcionar lo de empezar con el metrónomo a 52 y pasarlo directamente a 120.
MUY IMPORTANTE: que con el aumento de la velocidad no aparezca la tensión. Se trata de tocar a 120 con la misma sensación placentera que a 52.
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