Mis muy apreciados oboístos y oboístas:
Ya es tarde. Ya no vale cambiar de instrumento. Os ha costado muchísimo llegar hasta donde habéis llegado. ¿Vais a volver a empezar con otro? Pero, ¿no habíamos quedado en que es este y solamente este instrumento el más bello de cuantos emiten sonidos sobre la faz de la tierra?
Hoy quiero compartir con vosotros un enlace que me envió mi compañero violinista Álvaro Santiago. Se trata de toda una serie de gracias a cuenta de nuestro instrumento: el oboe. Puedes acceder a la página pinchando
aquí pero, como la página está en inglés, a continuación os voy a ofrecer una especie de "traducción comentada" de esas diez peores cuestiones que tienen que ver con tocar el oboe. Ah, si alguno percibe errores de traducción que me avise, tengo un inglés muy de andar por casa.
1º LA GENTE PIENSA QUE ES UN CLARINETE.
Aquí añadiría yo que ojalá pensara eso mucha gente y aún diría más: no poca gente no sabe tampoco cómo es un clarinete. Por lo visto en el mundo anglosajón en el que ha nacido el artículo el personal no sabe cómo es un oboe pero sí sabe cómo es un clarinete.
Sin embargo aquí entre los ibéricos, cuando uno dice que toca el oboe y se encuentra con la habitual cara de póker, a veces cae uno en el error de decir "es como un clarinete, así negro, pero más fino y con otra boquilla..." y entonces se da cuenta uno de que la cara de póker es ahora de sota de bastos y que no, que tampoco el oyente visualiza un clarinete así como así.
2º DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS EL OBOE SONARÁ LITERALMENTE TERRORÍFICO.
Nada que objetar. Sin embargo, esto no suele ser un problema para el oboísta si éste ha comenzado a estudiar con siete u ocho años. A veces cuesta tanto hacer que suene que da igual cómo sea el sonido. Teniendo en cuenta que, además, normalmente llegan al instrumento sin haber oído antes música de oboe ese sonido de pato gaitero no hace sufrir más que a los que rodean al oboísta.
Desgraciadamente los padres del principiante a veces sí han oído el sonido de un verdadero oboe y, pasada la primera semana de práctica en el hogar, vienen a clase espantados preguntando si es normal que suene así o si su hijo tiene alguna negación particular para este instrumento.
3º ES UNO DE LOS INSTRUMENTOS MÁS DIFÍCILES DE TOCAR.
De acuerdo, me habéis pillado, esto no os lo conté el primer día. Ni el segundo. Ni el tercero. Nunca os he contado que, cuando estudiaba en el conservatorio que hoy llaman profesional -antes grado medio-, teníamos muy cerca el aula de saxofón y que los saxofonistas tocaban en primero los estudios que nosotros tocábamos en cuarto y con gran dificultad. Ya está. Ya lo he dicho. ¿No os sentís muy orgullosos de ser capaces de tocar algo con semejante instrumento?
4º LA AFINACIÓN.
No deja de ser muy gracioso que tenga que ser precisamente el oboe el que dé el la para que afine toda la orquesta, banda o agrupación del tipo que sea. Seamos sinceros...esto no sucede porque el oboe sea el más afinado sino porque tiene un sonido tan penetrante que no deja de oírse ese la aunque todo el resto de la orquesta esté ñigo ñigo que te pego afinando su artilugio.
Habréis oído ese chistecito que cuenta aquello de que sólo hay una cosa que pueda desafinar más que un oboe y se trata de dos oboes. Sin embargo, todos hemos experimentado que cuando el número de oboes supera los treinta se produce un extraño efecto físico que hace que las desafinaciones parezcan anularse unas a otras.
Me permito compartir aquí la tremebunda pero real grabación que en este punto obsequia la web que publica el artículo original:
5º (A ver cómo traduzco esa frasecita) ESTARÁS IRREMEDIABLEMENTE ASOCIADO A LA PEOR MÍMICA OBOÍSTICA MUNDIAL DE TODOS LOS TIEMPOS.
Esto se refiere a esa película a la que todos los oboístas tenemos que hacer referencia cuando queremos poner un ejemplo de música conocida de oboe al de la cara de póker: La misión. En ella el actor Jeremy Irons hace como que toca un oboe barroco mientras suena uno moderno de un modo muy cutre y nada creíble. Podían haberle dado un par de clasecitas...
6º OH, ¿HAS DECIDIDO HACER TUS PROPIAS CAÑAS?
Hay una sensación que se parece mucho a la compasión y que se desencadena justo en el momento en que un alumno, con una gran sonrisa y un brillo ilusionado en los ojillos, mientras mira con deleite el instrumental desparramado en la mesa del profesor, pregunta cuándo empezará a hacer cañas.
Si me lee algún profesor me comprenderá al instante. Lo de las cañas es...como para hacer un foro de afectados.
7º AUNQUE HAGAS LAS CAÑAS TÚ MISMO, NINGUNA FUNCIONARÁ.
Me encanta el texto original de la web: "Excepto puede que una vez. Y jamás en un concierto ni en clase ni en nada útil."
8º NADIE SABE QUÉ ES UN OBOE.
En este momento tengo que agradecer a la escuela de música en la que trabajo (la Escuela Joaquín Maya de Pamplona) que hagan una muestra de los instrumentos previa a la elección de los mismos por parte de los nuevos admitidos. Si los profesores de oboe dependiéramos de que los nuevos alumnos eligieran espontáneamente nuestro instrumento estaríamos todos sin trabajo.
9º NECESITARÁS UNA HORA DE REMOJO PARA TUS CAÑAS.
¿Cuántas veces se te ha caído el botecico de agua en el peor de los momentos y/o lugares? Y, como sugieren en el artículo original, ¿no te ha pasado que la caña se ha mojado poco o demasiado y sin embargo todos esperan que tu oboe suene perfectamente afinado desde la primera nota (ese terrorífico la perfecto)?
10º EL PEOR DE TODOS: EL FAGOT HACE LO MISMO PERO CON MENOS PRESIÓN.
Por algo será que no se ponen tan rojos, digo yo. Y mira que nos ponemos feos los oboístas.
He visto no pocas películas en las que seductoras doncellas tañían un laúd, tocaban un piano o soplaban delicadamente una flauta siendo el deleite de su audiencia...¿por qué será que ninguna se desfiguraba, enrojecía e hinchaba tocando un oboe?
¿Cómo podríamos levantar el ánimo después de semejante lista de horrores? ¡¡Con música de oboe!! Así recordaremos por qué estamos tocando este terrible instrumento.